Sobre BUTOH

La danza Butoh es una expresión estética contemporánea de la vanguardia japonesa de los años 60 y 70, que ha trascendido en los años 80 las fronteras de ese país para arraigarse cada vez con mayor intensidad en países de tradición occidental. Podemos situar estos desarrollos dentro de los procesos de hibridación característicos de la posmosdernidad en la que, como señala Canclini, existen tensiones entre "territorialización y desterritorialización" a partir de lo que constituye una pérdida de la relación “natural” de la cultura con los territorios geográficos y sociales originarios. Actualmente, la estética Butoh es parte de la oferta de espectáculos de distintos países del mundo y en particular de nuestra cartelera nacional. Asimismo, se ha instalado como una forma de entrenamiento alternativa para actores, bailarines o performers ávidos de experimentar con nuevas técnicas. 

En un contexto cultural de encuentro Oriente – Occidente, la danza Butoh recibe influencias tanto de las formas estéticas y filosóficas japonesas (el No y el Kabuki, las danzas folklóricas, el zen, el shintoísmo) como de expresiones occidentales (danza expresionista alemana, el surrealismo o el dadaísmo). Desde su técnica, esta forma dancístico teatral explora la relación cuerpo – naturaleza – cultura posibilitando su práctica en contextos diferentes de los de la tradición que le dio origen. En oposición a la visión dualista del cuerpo hegemónica en las artes occidentales como la modern dance por ejemplo -con su tendencia materialista a partir de técnicas que apuntan a la posesión y control del cuerpo-, la danza butoh otorga una gran importancia a la corporeidad desde una perspectiva holista que integra cuerpo y mundo poniendo de relieve su ambigüedad y "misterio". El entrenamiento explora la dualidad a partir de la tensión y transformación física entre opuestos: lo masculino y lo femenino, la luz y la oscuridad, el sueño y la realidad de la vida cotidiana, lo santo y lo profano, el rigor y la piedad, etc. En este sentido, propone una actitud física y mental que integra y reconcilia la dualidad a la vez que propicia la distinción, jugando con las fronteras del consciente y del inconsciente a partir del movimiento. La práctica de Butoh convoca lo instintivo, lo erótico, lo fusional, la pérdida de identidad individual con disolución del límite corporal y la unión a un todo mayor. 

Propone un retorno al "impulso originario de la creación", donde vida y muerte se incluyen una a la otra, para propiciar una transformación del "alma humana". Su poética se caracteriza por ser portadora de una profunda "filosofía de vida", que pone de relieve "la esencia del ser humano y su necesidad de expresión".